La Rendición de Cuentas, además de un derecho consagrado en la Constitución
y en la Ley, y un ejercicio pleno de control social por parte de las ciudadanas y
ciudadanos, es una práctica para recuperar la confianza y garantizar transparencia.
Además, es un instrumento fundamental para lograr el llamado “buen gobierno”
que exige una buena administración pública sustentada en los principios de
transparencia, equidad, ética, eficacia y eficiencia